"Estamos rodeados de toda clase de mensajes auditivos, visuales y no verbales. Por
ejemplo, ¿sabías que en un día común y corriente el hombre habla más o menos 45.000
palabras mientras que la mujer pronuncia alrededor de 60.000? Y, ¿sabías que somos
expuestos a más de 80.000 palabras de información en un día y que nuestros ojos
procesan más de 50.000 imágenes distintas cada día?
Además, ¿sabías que mentimos de 20 a 100 veces en el día, consciente o
inconscientemente? Sin lugar a dudas, el ser humano está constantemente envuelto en
la comunicación.
Dicho esto, quizás te preguntas: Pero, ¿por qué hay tanta falta de comprensión?
¿Cuál es el significado de todo lo que hablo y escucho? ¿Estoy realmente satisfecho con
mi forma de comunicarme con los demás? ¿Qué debo hacer con toda la información que
recibo? ¿Dónde está Dios en mi comunicación?
La Biblia dice: “Más bien, hablando la verdad en un espíritu de amor, debemos
crecer en todo hacia Cristo...” (Efesios 4:15) ¿Por qué? Porque estamos rodeados por
muchos mensajes, algunos de ellos falsos y dañinos, otros insignificantes y muchos de
vital importancia para nuestra existencia.
Sólo Dios tiene la verdad y en El encontramos el verdadero propósito de la vida. Sólo
confiando en El podemos evaluar lo que percibimos, mejorando nuestra forma de
comunicarnos con los demás. Porque, ¿no es cierto que todos deseamos tener una
buena comunicación con otras personas, y que estamos cansados de los malentendidos y
la falta de comunicación? Y, ¿no es verdad que todos queremos decir mejor las cosas
para que otros nos comprendan correctamente?
La comunicación es fundamental en nuestro diario vivir; es un regalo de Dios. Este
folleto tiene el propósito de ayudarte a mejorar tu forma de hablar con otras personas, y
de escucharlos para acrecentar tu comprensión de ellas.
A pesar de las muchas fallas que todos tenemos en nuestra comunicación, podemos
aprender a superar las barreras causadas por nuestro egoísmo y orgullo. Por esta razón,
Dios se comunica con nosotros a través de Su Palabra con un mensaje de aliento y
esperanza. Además, Él nos da el privilegio de dialogar con El a través de la oración y de
tener la seguridad de que Él nos escucha porque nos ama."
Material extraído del folleto "Logrando una buena comunicación".
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